sábado, 15 de diciembre de 2007

Argentina!! (Buenos Aires)

Lo prometido es deuda, así que voy a contar algo de lo que ví por aquel graaaaan pais que es Argentina.
Espectacular. Con esa palabra se puede resumir mucho de lo que por allí nos encontramos. Uno está acostumbrado a Europa, a las distancias, digamos, cortas, en las que recorres mil kilómetros y ya has cruzado tres países. Pues bien, allí, para empezar a moverte, si no te hacías mil o dos mil kilómetros, no salías de la pampa. Entre la parte norte y la sur, hay nada menos que cinco mil y pico kilómetros. Vamos, la misma distancia que de Madrid a Varsovia.
Comenzamos el viaje en Buenos Aires, y lo primero que a un madrileño le parece es que se ha hecho un vuelo de un lado al otro del mundo para encontrar una ciudad casi igual a la de origen. En principio sólo parece que lo que cambia son los coches: antiquísimos la mayoría, pero por lo demás, uno no extraña de donde viene.
Cierto es que la cosa cambia en cuanto uno se acerca a determinados barrios. En especial La Boca. Si uno se aleja de El Caminito...ojito.
La comida. Cuando uno sale de España, pocas veces espera encontrar algo más que sandwiches y pizzas para llenar el buche. Pues bien, Argentina aparte de la carne de vaca, de lo mejorcito que hay en el mundo, posee una oferta gastronómica im-presionante. Y qué decir del vino. Ya hablaré de ello cuando toque Mendoza, pero puedo ir contando que si bien no es como el español, la relación calidad-precio es buenísima.
En Buenos Aires probamos carne argentina. Cualquiera que se haya metido entre pecho y espalda un bife de chorizo o de lomo, sabrá que en España la carne de vaca que se come está a años luz. La manera que tienen de cortarla y prepararla allí, necesariamente ha de ser importada aquí porque es una verdadera pena que aquí no se hagan así las cosas. En fin.
En Buenos Aires estuvimos con Diego, mi antiguo compañero porteño de la UIMP. Fue poco lo que nos dió tiempo a visitar en Buenos Aires, pero valió la pena porque Dieguete nos llevó por ahí a tomarla (el Winery, qué descubrimiento) y él y Pedro, su padre, nos prepararon un asado...espectacular. El postre que se curró su mujer, Valeria, la caña. Y para rematar la fiesta, mate. Mu rico.
Qué pronto pasa todo.
Hay que volver.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que pasa Joge !!! Me alegro que se lo hayan paso bien. Y ya sabes, cuando quieras te vuelves que siempre hay lugar pa los amigos.

Anónimo dijo...

Si hay algo que nunca hay que perderse de cualquier pais es su gastronomía. BIEN HECHO !!!