sábado, 5 de enero de 2008

Argentina!! (Península Valdés)

Cruzando el país en diagonal, llegamos al fin a la mítica Patagonia. A Puerto Madryn, en la costa atlántica.
Una cosa antes de continuar. No sé por qué, tenía la idea de que la Patagonia iba a ser un lugar salvaje, frío, con enormes llanuras, cubierta de vegetación y de miles de animales diferentes....a mí me sorprendió ver que la Patagonia en realidad es un desierto. No como el Sáhara, con dunas y demás, sino algo diferente: miles de kms prácticamente llanos, con millones de arbustos enanos por todos lados y que el viento está arreando un día sí y otro también. Son miles de kilómetros cuadrados en los que no hay nada...excepto cerca de la costa y cerca de los Andes, claro.
Bueno, pues sigo con Puerto Madryn. La ciudad en sí no tiene el más mínimo interés. Se trata de una ciudad de vacaciones en donde se puede ir a descansar...y a ver toooooodo tipo de animales marinos en los alrededores.
Puerto Madryn está al lado de la Península Valdés, posíblemente uno de los lugares con mayor concentración de fauna marina del mundo. Aquí hay Pingüinos de Magallanes, Ballenas Francas, Elefantes y Lobos marinos, Orcas...Si uno tiene suerte, uno puede llevarse uno de los recuerdos más espectaculares de su vida avistando algunos de estos animales.
Lo que pasa es que eso es difícil. Cuando a uno le llevan a ver ballenas, pues uno se espera lo mismo que aparece en las fotos de las postales o en los documentales de La 2: que si saludan con la cola, que si levantan una aleta, que si dan un salto mortal...Pues bien, no sé si nosotros tuvimos mala suerte o qué, pero la ballena no se movía ni pa'trás. Sí, si, que el bicho impresiona. Son nada menos que quince metros de animal moviéndose leeeeentamente a unos metros de tí, pero la verdad es que defrauda un poco lo de las ballenas.
Los elefantes marinos, peor. Ahí no se movía nadie si no era para colocarse y descansar unas cuantas horas. Normal por otra parte. Sobre todo los machos porque ¿sabéis cuántos kilos pierde un macho de elefantes marino en la época de apareamiento? Pues nada menos que UNA TONELADA. Ojo al dato. Así estaban, muertos mataos.
Y otra curiosidad ¿se acuerda alguien de las imágenes de la orca atacando a las crías de elefante marino cerca de la costa? Pues es aquí también. Será macabro, pero encontrarse con algo así tiene que ser imborrable.
Otra cosa son los pingüinos. En Punta Tombo, al sur de Península Valdés, hay una concentración espectacular de estos animales. Estás cerquísima de ellos. De echo hay veces que te tienes que apartar de enmedio porque como pájaros bobos que son, si no te quitas ellos se paran y no saben cómo continuar. La visita a Punta Tombo es lo mejor que vimos en Península Valdés.
Ya fuera de lo que es la fauna marina, en tierra se pueden encontrar bastantes Guanacos sin buscar demasiados. De echo tuvimos mucha más suerte con los bichos terrestres que con los marinos, pues también nos cruzamos con Ñandúes, Maras y más animales extraños (para nosotros) que por allí viven.
Tras los pingüinos, lo segundo mejor que nos encontramos en Puerto Madryn es un restaurante alucinante en todos los sentidos: Mar y Meseta, la comilona aquí fue de las de recordar y el trato, inmejorable.
Me olvidaba de las casas de té. Por la zona de Trelew, que es la ciudad más importante de esa zona de Patagonia y la que tiene el aeropuerto, hace años se asentaron emigrantes galeses, con lo que se mantiene la costumbre tan británica del té. Las casas de té de Gaiman son muy turísticas, pero a mí me gustaron bastante. Sobre todo porque te hinchas de un montón de tipos de tarta diferentes y de té bastante rico (nada del de bolsita).
Otra cosa que se empieza a notar en Península Valdés y que hasta que no volvamos a Buenos Aires no va a cambiar, son los precios. Nada que ver con los vistos hasta ahora. Se puede decir que a partir de ahora, toooodo se multiplica por dos en este sentido. Aún así son bastante aceptables eh??

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